Sorpresa la amabilidad, y la calidad de la comida. Hemos comido el día 1 de Enero, rin ran un plato típico, un estofado de ciervo, calamares, un Pate de perdiz exquisito. Un ambiente agradable un precio más que adecuado sin ser muy muy económico. No te vas a equivocar si entras. Llama para reservar y pide que te preparen unas migas. Muchas gracias por el trato
Fuimos a cenar tras alguna que otra mala experiencia en restaurantes de alrededor y, la verdad, este fue todo un acierto.
El salmorejo estaba muy bueno, y los principales que pedimos, tanto el surtido de patés (perdiz, jabalí y ciervo, cada uno mejor que el anterior), como la carne de monte guisada, estaban deliciosos y abundantes (tanto que no nos los pudimos acabar). Nos sacaron como tapas unas "papas arrugás" que, aunque no son típicas, su mojo picón estaba muy bueno.
Nos quedamos con las ganas de pedir postre, pero estábamos llenos, y nos quedamos con las ganas de repetir, pero los lunes estaban cerrados.
El servicio, muy bien. Tienen el detalle de preguntarte si quieres pan antes de sacártelo (y cobrártelo). Los precios de lo que pedimos para los peques, bastante razonables.
Muy aconsejable y totalmente justificada su puntuación.
Me ha sorprendido especialmente por la calidad de su comida y un servicio atento y familiar. Buenísimo el Rin Ran, una especie de salmorejo a base de puré de patatas típico de la zona, buena carne y platos también para niños. Calidad en La Cocina y buen producto. Para rematar, el café realmente bueno.
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