Una maravilla. Se come muy muy bien. Y bien de precio. El dueño espectacular. La comida estaba buenísima!
Típico bar de pueblo que regentan 2 hermanos peculiares en sus formas.
Fuimos a comer y el camarero se sienta en una silla guardando la distancia y te canta lo que hay de comer. Todo a un precio único (8 € por plato el día que estuvimos nosotros, salvo las costillas a la barbacoa).
Todo comida súper casera.
Los precios muy razonables.
Lo importante, si tuviera que volver lo haría.
Todo estaba increíblemente bueno!!
Nos ayudó muchísimo el dueño a elegir.
Para compartir pedimos ensaladilla rusa,croquetas y ensalada de pimientos asados.
Todo buenísimo,pero la ensalada de pimientos....era un espectáculo.
De plato principal pedimos pollo asado,costillar a la barbacoa y carrillera con arroz con verduras,TODO BUENIIIIISSSSIIIIMMMOOOO!!!
Sin duda,volveríamos 1 y 100 veces.
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