Beatriz Mendoza de Puelles
+4
Los helados tienen buen sabor, aunque poca variedad. Son amables y a precio aceptable.
Una delicia.
Sin exagerar es la mejor heladería a la que he ido, todos los helados son una explosión de sabores artesanos dentro de la boca, una cremosidad inmejorable, unos precios entendibles y un trato fantástico.
Algo que quiero resaltar son las cantidades. El uso de los tradicionales sacabolas en esta heladería solo se puede apreciar en los conos y en los gofres, en las tarrinas usan una especie de pala, con la cual llenan hasta la última esquina de tu tarrina, haciendo que un helado pequeño sea el postre perfecto para una comida.
Lo último que quiero comentar es la gran idea de darte una tarjeta, la cual va rellenando huecos. Al llenar 10 te dan una tarrina grande, simplemente una locura de heladería, 100% recomendada
Beatriz Benítez Castro
+5
Excelente atención por parte de todas las dependientas. El helado de chocolate con naranja, ¡¡riquísimo!! Para la siguiente me pido el de higo, tenía un pinta estupenda. La terraza, tranquila y guardada del viento.
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