De los mejores sitios para comer bien en la comarca. Todo el producto es fresco, de calidad y buen tratado. Una cocina magnífica. La mayor pega es el local, que parece atrapado en el tiempo, un tanto ruidoso y poco acogedor.
El restaurante La Velada es un auténtico deleite para los paladares. Desde el momento que entramos, pudimos notar la dedicación en cada detalle. Los platos están elaborados con maestría y se nota la excelencia en la materia prima. Nos decantamos por el pulpo en salsa americana, una tapa de guiso, almejas, queso frito, y la joya de la corona fue sin duda el rodaballo, fresco y recién pescado en La Atunara, hecho al horno con patatas panaderas expresamente para nosotros. Es digno de mención la labor del camarero que nos sirvió, Jesús y de Andrés, el dueño, quien se asegura de que cada visita sea única. Altamente recomendado.
Restaurante tradicional con buena materia prima, muy bien cocinado y trato estupendo.
Pedimos gambas al pilpil (excepcionales), potaje de garbanzos con choco (riquísimo), ensalada de tomate de la huerta (por fin un tomate de verdad, gracias) con melva, chipirones (buenísimos), el pez espada muy ri o también y las croquetas algo densas. De postre, la tarta de queso no estaba mal, aunque no repetiría.
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