Básicamente todo correcto. El único pero es que cuando fuimos a cenar sobre las 20h30 había un solo camarero e iba desbordado haciendo que se produjera cola y por consiguiente esperas en todo. Pero entiendo que la culpa no es del camarero. Simplemente necesitan más gente en hora punta
Comenzamos nuestra ruta de bares por Logroño en este establecimiento. Nos llamó la atención su amplia oferta de tapas y pintxos, y no pudimos resistirnos a probar las croquetas campeonas, la carrillera sobre cama de patata trufada y los tigres enlatados. Acompañamos todo con unas copas de El Jardín de la Emperatriz.
Comentar que la decoración de paredes y techos, donde elementos rústicos servían para hacer colgantes y lámparas, como los calderos, resultaban de lo más original.
Bonito sitio para tapear, buen producto, comida muy rica. Las croquetas las recomiendo, están equilibradas en todos los sentidos, crujientes, cremosas y con mucho sabor. Tiene muchas más opciones de tapear en su barra. El precio quizá un poco elevado para los precios que hay por la zona pero merece la pena por la calidad del producto. La variedad de vinos también muy buena, vinos de más calidad que quizá se pueden encontrar en otros locales de la zona.
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