Decidí entrar a este encantador lugar para tomar algo mientras disfrutaba de un relajado domingo en el Rastro. Me habían recomendado el té helado, y debo decir que fue todo un acierto, aunque debo advertir que es bastante dulce, así que si no eres amante de lo empalagoso, mejor optar por otra opción. Sin embargo, lo que realmente me conquistó fue la croque, simplemente deliciosa. La atención del personal fue excelente y la comida, en su mayoría, estuvo a la altura. La única decepción fue el yogurt con granola, que estaba desabrido y he probado mejores en otros lugares. A pesar de ese pequeño tropiezo, mi experiencia en general fue estupenda y definitivamente consideraré volver en el futuro.
Buen menú diario. Muy buena calidad en la comida. Solo 2 personas, 1 en cocina y otra atendiendo, un pelin saturada pero muy simpática y siempre con una sonrisa. Estuvimos en un sofá al lado de la ventana súper fresquitos. Sitio pintoresco y curioso. Para tomar algo en plan informal o de menú ligero recomendable.
Un café conveniente y bien ubicado entre la latina y Lavapies. Sirven lo típico de una cafetería más algunas opciones de brunch.
Tienen una opción de desayuno completo por 7,50 que incluye café o té, zumo de naranja, una tostada con tomate y un croissant, ideal para compartir si se quiere algo ligero.
El servicio es súper rápido y las que atienden son atentas.
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