El local muy auténtico, tienes que caminar por la duna durante 10 minutos para llegar a el, en un lugar privilegiado encima del acantilado con una vista impresionante del Mar. Local de mesa sin mantel y plato de plástico, lo que le hace mantener su autenticidad. Pescado fresco y a buen precio. (salimos a 30€ por persona) el choco es una de las especialidades. Si bien es cierto que el servicio fue muy lento, demasiado. El local estaba lleno y tardamos 3 horas en comer…pero el paseo y la posterior bajada a una playa casi desierta merecieron la pena.
Lugar espectacular, la comida genial y muy familiar y acogedor. Ir a la playa es muy complicado hasta que puedan arreglar la zona, lo mejor es comer, beber y disfrutar del sitio. Me encanta!! Ahora se puede reservar.
Lugar característico y auténtico.
Desde su bajada por esas arenas a su rincón de destacadas vistas.
Se puedes decir que comes como si estuvieras en un barco.
Destacamos el choco y sardinas.
La atención fue buena.
Os lo Recomiendo.
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