Es la segunda vez que paramos aquí, la primera fue un desayuno, y la última para comer, llegamos más tarde de las 4 así que ni se nos ocurrió pedir menú, pero muy atentos nos sirvieron dos bocadillos calientes sin problema. La camarera da gusto.
Ideal para tomarse un café con churros, a la salida de Ávila dirección Salamanca por la A50.
Las empleadas son muy amables. Cierran algún domingo en invierno.
Aseos muy limpios y amplio salón interior.
También tiene mesas fuera.
Al lado hay una gasolinera de Cepsa.
José Carrasco Albaladejo
+5
Un oasis en plena autovía a Salamanca. Único lugar para descansar. Nuevo, limpio y bien atendido por una señorita. Vale mucho la pena.
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