Restaurante muy acogedor, el ambiente y el olor que hay dentro es un 10. La comida está buenisima y es casera y de calidad. El personal que nos atendió fue super amable, cuando casi habíamos terminado el plato, nos sacaban el siguiente y todo estaba a su temperatura idónea. A destacar las croquetas de jamón, cuya salsa de acompañamiento fue una grata sorpresa, y sobre todo, los saquitos de esturión y queso de cabra, una delicia absoluta. Para terminar, los postres que pedimos eran caseros y muy bien presentados, de nuevo el sabor espectacular. Fui en pareja para celebrar un aniversario y ya estoy deseando volver.
Llegamos a buena hora para almorzar, sobre las 13:15 y almorzamos con la terraza despejada.
Después empezó a llegar mucha gente y se llenó completamente pero nosotros ya habíamos terminado de comer.
La comida estaba estupenda y a buen precio.
Lo único que no caímos en que la ensalada de la casa tenía miel y pedimos también berenjenas con miel. Al final, demasiada miel, pero fue error nuestro.
Como pedimos mucha comida no llegamos a probar los postres.
La comida estaba acompañada de pan y aceitunas.
La atención de las camareras fue muy buena e incluso seguimos sus recomendaciones que fueron muy acertadas y objetivas.
Lugar perfecto y accesible para almorzar algo antes de ir a visitar algun pueblo o ciudad cercana. El ambiente es perfecto y para aparcar en la misma puerta hay aparcamiento de sobra. La comida esta muy buena y de calidad y el personal es muy profesional y amable.
Volvere sin dudas.
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