Hermoso lugar para eventos sociales, el paisaje es hermoso y el personal muy amable
Lugar rústico, pero con encanto, se pueden hacer prácticas de tiro con arco mientras disfrutas de los animales de granja qué hay, dándoles de comer o acariciandolos, a los pekes les encantó!!
La comida excelente, y un trato exquisito de los trabajadores, muy atentos y amables.
Además se adaptan al cliente en todo lo que se les sugiere, cambios de menús, platos especiales...
Los calçots los recogen por la mañana del huerto propio, así qué no pueden ser más frescos, de la tierra al plato directamente!!
Y el precio muy económico para todo lo que se come y se bebe!!
Sin duda repetiremos!!
Magníficas calçotadas. El dueño planta sus propios calçots que recoge diariamente para servirlos. Menú calçotada abundante (calçots ilimitados, pan tostado a la leña y parrillada de carne) postre y bebida, nos salió por 28€ por persona. Volveremos!
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