Hemos venido a cenar un sábado por la noche. Nos atendió Tommie, muy amable, un trato perfecto y en cuanto a tiempo, no vemos esperado casi nada. La comida ha estado exquisita, hemos pedido las mac and cheese balls, un vegan burrito, un entrecot y la tarta de chocolate.

El lugar muy bien el hambiente también muy bueno, la comida siempre muy rica y en su punto, lo malo.... la chica que recepciona a los comensales para llevarles a sus mesas... haciendo malos gestos con cara de mala leche y cuándo nos llevó a la mesa nos dijo esa es, desde lejos y sin mirarte a la cara, dándonos la espalda y nada, muy desagradable, la verdad que es una pena que tengan una perosna así trabajando en ese lugar.... si no le gusta lo que hace, no la pongan de cara al público y menos que sea quien recepeciona a las personas en la entrada... en pocas palabra poca profesional, me parece que es encsrgada o algo así, ya que era la única que llevaba camisa azul claro..por que una cosa es que este de mala leche y la pague con los clientes y otra es la atención que te da y encima tuve que esperar más de 15 min, el restaurante sólo tenía 3 mesas contadas y juntas... la chica nos miraba esperando para que nos de mesa, nos veía y mostraba cara de asco no estab haciendo nada, se daba las vueltas miraba y miraba y nada, estábamos apunto de irnos, hasta que vino con esa mala leche en la cara y en fin entramos por que a mi hija le encanta el ribs, si no es por ella.. vamos que iba a entrar le habría dicho que su actitud da que desear y no habría entrado, pero claro estaba con mi hija y me corté, señores del ríbs personas así no merecen la pena trabajar par vosotros, perdéis clientes así . Lo bueno de todo es que la única persona muy atenta y muy maja, la que nos tomó nota y nos trajo la comida esa chica si, fuí a cenar el viernes 10 de noviembre sobre las 20.00 resturante casi vacío....