Llegamos un domingo a las 23.30 y preguntamos si podíamos cenar ya que llegábamos de viaje y sólo queríamos comer algo rápido. Nos atendieron de forma amable y muy rápido. Lo que pedimos estaba bueno, bien presentado, y la ubicación es muy buena. Soy cliente del otro local de Infante don Fernando y lo recomiendo. Un consejo: ampliar la oferta de cervezas y no trabajar sólo con la casa Heineken.
Comimos en la terraza muy a gusto y muy bien atendidos. La comida muy buena, son raciones muy correctas y con una presentación excepcional. El pan también es buenísimo. Las bravas con piel crujiente y las rabas son estupendas, y el tártar de salmón... de lujo! Precio adecuado a la calidad.
Llamé para reservar sitio y me atendieron al momento. El trato de los camareros con los clientes es muy bueno, fui acompañado de una persona celíaca y desde el primer momento nos comunicó los platos que podía consumir. En las fotos puedes ver 2 de los platos sin gluten que nos pedimos. Fríen cosas sin gluten, lo único malo es que por el momento no tienes croquetas sin gluten, pero las normales están riquísimas.
La comida es estupenda, muy rica y con dos o tres platos para dos personas acabas saciado.
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