Experiencia gastronómica maravillosa. Pudimos disfrutar de una cena en restaurante kalma ( comida japonesa)
Cabe destacar el tratado maravilloso de sus camareros ( Roberto, el chico que nos atendió, y las dos chicas que creo que se llamaban Ana) nos dejamos recomendar por la comida y fue un acierto . Explosión de sabores , sabor único . Servicio rápido, ambiente genial. Deseando repetir
En general, cenamos bastante bien. Lo que no me gustó fue que cobraran 2,5€ por cubierto. El servicio fue un poco lento y mejorable. De la comida lo que mas nos gustó fue el tartar de atún picante, y el resto estaba bastante bueno a excepción del steak tartar que se nos hizo un poco pesado.
Local precioso dividido en dos plantas, Kalma y Kaos con dos cartas diferentes, una mediterránea y una japonesa. Cuando hemos ido estaban las dos fusionaras en la planta baja. Llegamos y había una actuación de flamenco muy agradable. Pedimos unas cervezas y un poco de cada carta. Ceviche, muy rico pero pequeño, unos brioches de atún, tiradito de atún que para mi fue el mejor plato, croquetas de carabineros y un solomillo para terminar muy correcto. De postre tarta de queso. Total 145& para dos personas.
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