El domingo a las 12.30 decidimos llamar para reservar y nos dieron mesa para las 15.45. Una mesa de lujo,junto al ventanal con vistas a la rìa.
Servicio muy profesional.
Producto de calidad.
Excelente relación calidad/precio.
Las croquetas de marisco súper buenas.
Decidimos probar este lugar dadas la recomendación de un particular que nos dijo que este lugar era exquisito. Lo cierto es que no se equivocaba.
Casa Vicente resulta un lugar encantador en un paisaje muy pintoresco e idílico. La comida resultó de lo más apetecible, contando con una materia prima de calidad, a destacar las trufas de chipirones, excelentes.
Para nuestro gusto los postres resultaron algo sin mucha trascendencia, por lo demás toda una experiencia de lo más recomendable.
Espectacular, como toda la vida. Sientes que estás en un restaurante realmente muy profesional. La comida y el servicio de 10. A recomendar la sopa de marisco, el entrecot al cabrales y la tarta de manzana.
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