Un grandísimo y agradable descubrimiento vegano en Cuenca. Si me llegan a decir hace unos años que podría degustar un morteruelo vegano, no me lo hubiera creído. Todos los platos super ricos y el trato por parte de su personal super genial. Sobretodo de su cocinero, quien no tuvo inconvenientes en respondernos a todas nuestras dudas sobre la carta. Una maravilla y desde luego que volveremos.

Estuvimos comiendo 3 personas. Pedimos morteruelo vegano, rollitos mandala, berenjena misho, hamburgesa vegana y postre orange napoleon. Las porciones eran generosas y con tres entrantes y un principal habia de sobra para comer tres personas y aun asi nos sobro un plato que nos pusieron para llevar. Nos parecieron productos de muy buena calidad, emplatados originales y platos muy elaborados hechos al momento, muy ingeniosos. Es la berenjena mas rica que hemos probado, y el morteruelo, de harina de avellana, muy acertado. Los rollitos eran muy refrescantes, con una salsa muy sabrosa, y la carne de la hamburgesa, hecha por ellos, de lentejas, la mas rica que haya probado. El postre, con esferificaciones de mango, muy original, rico y refrescante. El servicio fue muy bueno, la camarera muy atenta y muy simpatica. Nos estuvo explicando cada plato y nos explico sobre algunos ingredientes, como la harina de avellana. Tambien nos dio buenas ecomendaciones. Es el unico sitio que he encontrado que sirvan alternativas veganas muy ricas sin ser 100% vegano. En el resto, las unicas opciones son ensaladas de atun o queso sin atun y sin queso o, como mucho, parillada de verduras. Aqui encontramos las mismas alternativas que en un restaurante vegano puro, sin serlo. Aun asi, nos parecio muy barato para el tiempo de elaboracion de cada plato y la calidad de los productos, una comida parecida en un restaurante vegano nos hubiera costado, minimo, el doble de lo que pagamos. Volveremos y esperamos que les vaya muy bien.