Un restaurante muy acogedor con una carta basada en productos típicos de Galicia.
En nuestro caso pedimos una parrillada de verduras y otra de marisco, ambas riquísimas. La de marisco varía según los productos de temporada por lo que no siempre es la misma.
El trato fue muy amable e incluso nos invitaron a unos chupitos. También nos pusieron un pincho de mejillones mientras tomábamos algo antes de entrar a cenar.
Fuí a una comida de trabajo, con menú y precio concertado. He de decir que la comida estaba genial, teníamos entrantes y un plato principal a elegir entre carne (secreto ibérico) o pescado (merluza), la calidad se notó desde el primer bocado. El servicio fué rápido y estaban pendientes del tiempo entre platos para que nadie estuviera sin comer. El local es amplio, cuenta con un sótano que tiene salida a otra calle , muy limpio y cuidado. Las volanteiras estaban exquisitas, a la plancha con un toque de ajo y perejil muy suave. Estuve en una laconada hace años con 30 compañeros y no pudimos terminarla de la cantidad que nos pusieron. Espectacular y por supuesto opción segura.
Restaurante que le hace honor a su nombre. Todo está buenísimo, las raciones abundantes y de calidad. La camarera es muy amable y el sitio está muy limpio. Lo tiene todo y por unos precios increíbles. Sin duda un sitio para repetir.
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