Llegamos a ciegas, llamamos para preguntar si admitían mascotas, y puesto que tenían terraza comimos en ella con nuestro peludo. La verdad: todo fue una sorpresa, empezando por la personalidad de Manuel, el propietario.
Flores de alcachofa con velo de panceta, gambas de Huelva frescas y hechas en su punto, dolo lo justo a la plancha. El plato fuerte fue un chuletón de vaca, danesa muy bien elaborado, por cierto patatas fritas, caseras caseras. Para rematar la tarta de queso Payoyo, la cabra, gaditana… Espectacular.
Os recomiendo dejaros aconsejar por Manuel respecto a los caldos: nosotros tomamos dos que desconocíamos, uno de Cádiz y otro de Castilla-La Mancha. Es un buen conocedor de los vinos de nuestro país y os podéis ir con una experiencia nueva.
Si vais reptireis. Nosotros comimos el viernes y volvimos a comer el domingo…
Restaurante tranquilo y acogedor, con unos menús que te quitan el sentido, por lo elaborados, originales y sabrosos que son, a destacar sin duda el magnífico chuletón, hecho al punto con precisión de cirujano.
Buena carta y muy bien elaborada y rica, con una carne exquisita, servicio rápido, presentación de los platos elegante. El personal, con mención especial Fátima por su simpatía, sonrisa y buen hacer, da un servicio eficiente y rápido. Volveremos seguro.
An error has occurred! Please try again in a few minutes