Solo por las vistas ya vale muchísimo la pena. De hecho, si eres como yo que te encanta hacerte fotos, ya te digo que desde esta terraza va a salirte LA foto de tu viaje a Granada. Seguro que muchísimo mejor y menos masificada que desde el Mirador en sí mismo. La única pena, que como valenciana que soy, eché de menos que tuviesen papas. Aunque sea un restaurante y busquen mostrar más calidad, al final las personas que lo visitan a la hora del atardecer como yo buscan un ratito de relax y aprovechar las vistas. El vino estaba espectacular, por cierto.
Visitar El Balcón de San Nicolás fue una experiencia que quedará grabada en nuestra memoria para siempre. Desde el momento en que nos sentamos y nos encontramos frente a una vista impresionante del majestuoso Alhambra, sabíamos que estábamos en un lugar especial.
Optamos por una tabla de quesos acompañada de exquisito jamón crudo, una elección que resultó ser perfecta para maridar con las copas de vino tinto y rosado que nos recomendó el amable personal. Cada bocado era una explosión de sabores que complementaban a la perfección el ambiente único que ofrece este lugar.
La atención al detalle y la calidad de los productos destacaron durante toda nuestra visita. El ambiente tranquilo y acogedor, junto con la música de fondo suave, crearon el escenario ideal para una velada inolvidable.
Recomendaría El Balcón de San Nicolás a cualquier persona que busque disfrutar de una deliciosa comida, excelentes vinos y vistas incomparables de Granada. Sin duda, volveremos en nuestro próximo viaje a esta hermosa ciudad.
Un lugar para comer y beber mirando la Alhambra de Granada. Los precios son altos, la comida está bien. Por las vistas lo recomiendo 💯%.
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