Carlos Palomares Ortega
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Además de haber comido estupendamente en varias ocasiones en el Mirador de Tato, el pasado sábado celebramos nuestro 10 aniversario en esta joya escondida de Granada.
Fuimos un grupo grande y a pesar de la lluvia y algún que otro contratiempo, su personal, especialmente Curro, estuvo pendiente en todo momento de que disfrutáramos como nunca de las increíbles vistas y su exquisita cocina.
La sobremesa en este mirador al atardecer es otro plus añadido que hace que sueñes con volver cada vez que viajas a Granada.
Queríamos agradeceros a Curro y equipo vuestra atención y preocupación para que todo saliera como salió. ¡Un abrazo!
Carlos y Jose
Local en un enclave de los más privilegiados de Granada. Tanto la terraza, como las vistas al atardecer son un auténtico espectáculo. Sobre la comida, decir que las cantidades son enormes, eso sí, la calidad justa en ciertos platos. La paleta ibérica fue lo mejor, el risotto era correcto, y tanto la corvina como el postre bastante flojos. La atención fue agradable y los platos salieron de cocina rápido. He de decir que deberían avisar sobre las grandes cantidades de los platos, ya que sobra comida, y es algo que no llevo bien. Me ha ocurrido muchas veces que los propios camareros, viendo que se pedía gran cantidad, nos ha recomendado quitar algún plato, y en esta ocasión no ocurrió así, cosa que no me gustó, sinceramente. Aún así recomendado por el enclave del restaurante.
Buscábamos un sitio para comer en una terraza, a pesar de ser mediodía en Granada. Inicialmente lo que más sorprende son las vistas de la ciudad e incluso se puede ver parcialmente la Alhambra.
Revisamos la carta y preguntamos las sugerencias, muchas de las cuales coincidían con nuestras preferencias culinarias.
Como veréis por las fotos empezamos con platos más o menos ligeros y todos para compartir... incluso el postre. Los platos eran elaborados y muy buenos, acompañándolos con vinos y agua.
La experiencia fue muy buena y relación calidad precio es correcta.
Comentar q solo disponen de servicio exterior. El personal fue atento en todo momento.
Es un restaurante q volveremos sin dudarlo sea a mediodía como para cenar y poder deleitarnos con la puesta de sol.
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