Servicio súper rápido y amable por parte de todo el personal. Amplia variedad de raciones. Precios razonables.

Lo más importante es tener claro a donde vas cuando eliges este "gastrobar". Soy de Jaén y no me pilló de sorpresa, pero si me dicen gastrobar pienso en un restaurante que ofrece unos platos elaborados con una historia por detrás. En este caso, te encuentras con un bar orientado casi a universitarios, en el que la tamaño de las relaciones es enorme y la calidad muy mediocre 😪. Algo muy positivo de este sitio es que con cada bebida te traen una tapa de verdad. En nuestro caso, en algunas ocasiones pedimos 4 bebidas y nos trajeron tapa para todos 👍. 🟢 Chopitos 🦑: ración muy abundante de chopitos fritos. El punto negativo es que la pluma (como comúnmente se conoce a la espina en Huelva) aún la tenían, por lo que en ocasiones el riesgo de morir atragantado. Está claro que por este precio no puedes pedir más. Precio: 14,00 €. Valoración: 7/10. 🟢 Solomillo al JEREZ 🥩: este plato marcó un antes y un después en la cena, ya que no tenía claro si tenía delante un solomillo desmigado o carne de kebab. La salsa estaba rica y sabía a ajo y vino (con un poquito de limón incluso diría yo). Puede entender la buena fe del cocinero al servirnos el solomillo en tamaño "bocado", pero creo que Dexter habría disfrutado en la descuartización del solomillo. Precio: 15,50€. Valoración: 6/10. 🟢 Croquetas: poco que decir de ellas. Se tratan de bolas mazacónicas empanadas y fritas un poco insípidas. Precio: 13,00 €. Valoración: 5/10. En resumen, no es un sitio al que llevaría a una pareja a la que estuviera intentado enamorar.