Este restaurante está en la orilla de la carretera de un bonito pueblo.
Tiene una buena terraza con mesas y un gran salón interior.
Es todo bastante amplio y cómodo.
Se ve todo el local y baños muy limpios.
El servicio es buenísimo por parte de los empleados. De echo so persona simpáticas, amables y muy familiar.
La comida es fantástica.
Recomiendo las costillas con papas fritas, pimientos y calabcín, esta riquísimo.
El pan con ajo delicioso. Pero en general se veía muy buena presencia en los platos y que seguro que todo lo de la carta está buenísimo.
Los precios, muy muy asequibles.
Era sábado por la noche. En el restaurante solo había una pareja sentada en una mesa, parecía que iban a cerrar, a pesar de esto nos recibieron con cordialidad. Éramos 6 y pedimos varios platos. La comida era excelente y el plato también. servicio perfecto, el camarero fue muy profesional. Salimos afuera, la terraza cubierta está llena de plantas. Generalmente muy agradable. Muy recomendable no solo para comer carne.
La comida buenísima la atención genial hemos comido muy bien recomendadisimo
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