Vamos por partes en los aspectos fundamentales: - Servicio. Correcto, sin más. Hemos ido 2 veces este año y 1 hace 2 años, ambas en agosto. No había mucha gente en ninguna de las ocasiones, sobre la mitad del aforo como mucho. Por lo tanto, no es complicado tener bien atendidos a los comensales. Creo que la gerencia ha cambiado desde 2021, pero puede que esté equivocado. - Calidad de la comida. Aquí siempre hay una porción subjetiva, pero creo -y coincido con mi mujer- que la calidad de los productos es buena. La olla aranesa, pese a que estaba buena, la recordaba un poco mejor, pero la recomiendo sin lugar a dudas. Las carnes a la brasa, en especial el cordero, muy tierno. El churrasco es menos de mi estilo, pero también bueno. Todo acompañado de patatas "al caliu" que son dulzonas..muy ricas. No voy a olvidarme de un plato obligatorio, ya sea en menú o no: el yogur con mermelada de frutos del bosque...muy rico y natural. Hay menús por un precio aceptable, pero ojo que NO son para compartir. Incluyen pan pero NO la bebida. - Precio: correcto. Por ejemplo, 1 menú ronda los 23EUR y consta de primer plato, segundo plato, postre y pan. Unas costillas a la brasa unos 16,5EUR. Las bebidas 3EUR. Dicho de otra manera, la comida tiene un precio en línea con otros restaurantes de la zona. - Las instalaciones. En nuestro caso, hemos estado tanto fuera como dentro. Fuera hay sombrillas muy grandes, por el sol o las inclemencias del tiempo. Todo correcto, nada destacable tampoco. El ambiente familiar, de montaña/excursionistas, se puede ir con niños. ¿Volvería a ir? La respuesta es obvia si ya he vuelto :) : sí. Si os sirve la reseña, agradecería que dejarais vuestro voto.

Comi el menú, estaba todo muy bueno. La camarera estupenda, nos explicaba todo al mínimo detalle.