Carolina Jiménez García
+5
Lugar entrañable, sencillo, lleno de historia y llevado con cariño por una pareja coreana encantadora, que por cierto no hablan demasiado castellano. Es como ir a comer a casa de un familiar. Menú reducido, pero comida excelente, casera y asequible. La tortilla de marisco es para repetir. Una Jolla escondida en el barrio.
José María Plácido Suárez
+5
Típico restaurante coreano auténtico. No hace reservas por lo que conviene ir pronto porque tiene pocas mesas, o esperar a una mesa libre. Aunque la espera es corta porque cuando recién terminas el dueño te trae la cuenta. Sin pedirlo te sirven unos aperitivos típicos muy ricos, y después te toman la bebida y los platos. Para empezar pedimos una tortilla coreana de marisco muy sabrosa. Después un salteado de verduras con fideos de batata, que realmente es un Japchae. Y para terminar un arroz blanco con verduras, que realmente es un Bibimbap. En la carta no pone los nombres coreanos de los platos, más bien pone una descripción de los ingredientes principales. Todo estaba buenísimo y volveremos para seguir probando más platos. Muchísimas gracias.
Lugar sencillo con auténtica comida casera Coreana. La atención de los dueños fue muy buena. Buenas cantidades con precios razonables. Recomiendo no ir muy tarde por la noche. Volveremos!
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