La experiencia ha sido muy buena, vivo en la zona y la verdad que siempre que pasaba me quedaba con las ganas de probar y hoy no me he podido resistir y la verdad que volveré pronto, las raciones para compartir han sido muy generosas y la calidad precio también. La atención espectacular hasta el cocinero ha venido a la mesa. El local muy acogedor y el ambiente también,con mucho mimo y gusto. Lo cuidan todo al detalle. Volveré muy pronto. 🥰

El otro día mi pareja y yo decidimos probar este restaurante porque estábamos por la zona y nos gustaron las reseñas que tenía. Cuando entramos allí nos gustó que no había mucha gente (fuimos alrededor de las 21:00h) pero he de decir que el local se llenó bastante rápido (no es un restaurante muy grande) según fue pasando el tiempo. A pesar de esto, el ambiente estaba tranquilo y había música de fondo relajada y bajita, no como en otro sitios donde no puede uno ni hablar. El servicio fue muy bueno, nos atendió un camarero súper majo al que le pedimos alguna recomendación de fideos y algo de carne y nos ayudó a escoger. Mi pareja y yo optamos por elegir como entrante las Gyozas de shitake y cerdo (recomendadísimas si os gusta el puntito de las shitake, si no recomendaría elegir otras más tradicionales, que había como 7 u 8 tipos!), y para comer elegimos, en primer lugar, los fideos Yakisoba (que tenían un sabor muy bueno y la salsa teriyaki estaba increíble) y después el pollo Karrage Chikin (le preguntamos al camarero si era muy picante porque en la carta decía "agripicante" junto con el dibujo de una guindilla y nos daba un poco de miedo, pero nos dijo que no nos preocupáramos y lo disfrutamos muchísimo). Sinceramente, lo que más destaco de estos platos es que estaban muy jugosos. De postre, nos comimos unos mochis de varios sabores (mango, chocolate y coco), pero creo que había más sabores para elegir. Sin duda repetiremos porque nos ha encantado!