El lugar es agradable, tiene mucha variedad de bollería. La atención es en barra y lo llevas a tu mesa tu mismo. Es muy recomendable llegar con algo de tiempo e ir agarrando puestos si son grupos grandes porque siempre tienen mucha gente. Me puse un poco creativa y pedí algo que no estaba en la carta pero que era 100% posible de hacer, era un zumo con matcha y la verdad al inicio dudaron pero lo hicieron y quedó genial, muy agradecida.
Los dulces estaban buenos, probamos al menos 5 de los que allí había! Quiero volver a probar alguna otra cosa!
El cruasán con helado nos llamó la atención bastante. Es 3,50€ + 0,45€ por topping. Tienen 3 topping: Pistacho - Lotus (trozos muy grandes para nuestro gusto) - Oreo. También tienen salsas. Los Eclaire tenían una pinta estupenda. En cuanto al cruasán estaba muy bueno: tierno y esponjoso. El helado era de vainilla y estaba rico. Los topping son abundantes y la cantidad es ideal. Es verdad que al final es difícil comerlo: se desmorona. Es mala idea morder la parte inferior porque se desborda el helado y no lo recomendaría para una cita o algo formal. El trato de los trabajadores muy amable y formal. Es original y encima el sitio es acogedor y fresquito. Recomendado.
El local está cerca del parque Retiro y de Atocha por lo que pilla de camino para ir a la estación. Además casi siempre tienen un cartel en el paso para que veas lo que tienen y te fijes en el local. Tienen terraza fuera y dentro también hay algunas mesas, aunque sea algo pequeño. Lo que no me gustó fue que en la pantalla de publicidad salen productos que luego no tienen de la misma manera.
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