Antiguo molino restaurado y convertido en brewpub donde sirven su propia cerveza junto a comida gourmet. Ambiente relajado y tranquilo con amplios espacios y terraza desde donde puedes ver la fábrica de cerveza.
8 tiradores de cerveza artesana de excelente calidad. Principalmente de elaboración propia aunque suele tener 1 con una cerveza de fuera cuidadosamente elegida para complementar las demás. También disponen de 2 neveras con referencias de otra cervecerías incluyendo un surtido de varias lambics.
Comida elaborada y con un toque gourmet. Ingredientes de calidad y, siempre que pueden, de origen local.
Un molino reformado con un ambiente en tonos claros, tranquilo, mesas espaciadas, todo cuidado al detalle.
Una carta de cervezas artesanas muy amplia y de elaboración propia y otras más por supuesto; la comida está rica yo quedé llena, pero soy de comer poco, es decir que las raciones son justas pero deliciosas, quiero darle distinción al crepe de manzana flambeado mmm. Y la atención muy buena, y rápida aún teniendo diferentes salas con escaleras. Baños muy amplios y bonitos.
Francisco Capllonch Alcover
+5
Buen ambiente, tranquilo y rústico. Sólo sirven cervezas artesanales,unas 8 ,vale mucho la pena probarlas. Tienen una carta de comida pequeña pero buena. Nos encantaron las croquetas de espinacas y la lampuga. Un buen lugar donde tomar unas cervezas tranquilitos.
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