Celebramos aquí mi cumpleaños el viernes por la noche. Sitio encantador, elegante, limpio y sugestivo. Comimos en su terraza espectacular aunque no se podía apreciar el mar de fondo porque llegamos casi a las 22 pero me gustó de todas formas. Servicio de 10, camareros muy atentos al cliente y al detalle, un servicio digno de un restaurante de alto nivel. Mi hermana tenía un poco de frío y hasta le preguntaron si quería una manta, te miman de verdad. La comida increíble, sobretodo las trufas de morcilla son de otro mundo y el jarrete Ibérico riquísimo. Tuvimos un inconveniente pq mi hermana encontró algo que parecía un pelito en su entrante pero al final era un hilito de un trapo, probablemente de secar las vajillas, pero fueron muy profesionales y amables, vino el propietario pidiendo disculpas y nos dijo que harían otro plato para ella y que igualmente no se le cobraría. Aseguro que no todos los propietarios son así. Además Fueron muy disponibles conmigo y al traerme la tarta a la mesa también pusieron la canción de cumpleaños. El camarero que nos sirvió muy profesional y simpático. Volveremos sin duda y muy pronto además. Agradezco mucho la espléndida noche de cumpleaños que pasé, mil gracias.

Sitio precioso muy buenas vistas comida muy buena bonita decoración Mercedes la pena venir gente muy agradable Tiene zona de juego para los niños sin salida a la calle y puedes estar tranquilo