Fuimos a comer sin reserva, cuatro personas. Raciones abundantes y todo muy rico, especialmente la ensalada templada con langostinos. Se podría mejorar la atención, no están demasiado pendientes de las mesas. Relación calidad/precio bastante buena.
Una experiencia magnífica en nuestro viaje sin gluten. Hemos podido disfrutar un montón de platos sin gluten y mi pareja incluso de uno no apto que la verdad me moría de envidia porque olía a gloria. Disponen de postres aptos también. La única pega que no disponen de pan sin gluten, pero tampoco es nada preocupante ya que lo compensan con la calidad del producto y sobre todo, de sus trabajadores. Volveremos a repetir sin duda
En 2020 siempre estaba lleno y siempre parecía que no había mesa. Así que este año aprovechamos cuando vimos alguna libre y al final fuimos dos veces, y la verdad es que las dos estaba todo buenísimo.
En ambas ocasiones pedimos zamburiñas (frescas frescas y supersabrosas), y luego una vez pulpo y entrecote con patatas y de postre crema de limón y helado de moka; y la otra croca con patatas, flan de queso y el helado de nuevo.
Como he dicho, todo estupendo, y el servicio fenomenal. Todos muy majos y simpáticos. Cuando volvamos, repetimos seguro.
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