Lugar tranquilo. Decoración súper bonita. Comida deliciosa.
Coste medio: €€
Lo malo es que está cerca de la carretera por si vas con niños.
Hemos cenado de maravilla. Hemos pedido varios platos para compartir y estaba todo brutal. El pulpo a la gallega estaba exquisito. Hemos pedido al cocinero que salga, Cristian, para felicitarle y era muy majo y agradable. La tarta de queso es un must.
Nos enteramos de la renovación del restaurante y no dudamos en probar su nueva carta.
Nos gustó mucho el sitio y su comida, hay un poco de todo para elegir. Los solomillos estaban de muerte y el pescado muy buena. Lo que más nos gustó fue el pan bao que te lo sacan frito, diferente a otros sitios.
Los postres muy buenos pero para mi gusto no justifican el precio tan alto.
La única pega que puedo poner es el servicio un poco lento, pero es comprensible por falta de rodaje ya que era el segundo sábado que tenían abierto.
Repetiremos en unos meses para ver su evolución.
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