Le migliori pizze!! E il posto e decorato con molto gusto!

Esta semana fuimos al Funky con un grupo de amigos. No fue ni la primera ni la última vez, pues a lo largo de los años ya se ha convertido en un local de referencia tanto para nosotros, como para los habituales de la Costa Brava. La realidad es que hay aproximadamente 2 millones de pizzerías por la Costa. Hoy en día cualquiera se atreve a vender este producto, sin demasiado pudor respecto a la calidad y el proceso de elaboración. Pero es precisamente por ello que el Funky destaca ABISMALMENTE respecto al 99% de pizzerías de la zona. Los productos son de primera y se nota clarísimamente en el paladar y en su digestión. Hablamos de masa artesanalmente tratada y productos frescos, con sabor auténtico, des de la trufa hasta los ibéricos, pasando por todo tipo de guarniciones. Por otro lado, hay que añadir que no solamente ofrecen pizzas, sinó una serie de entrantes igualmente potentes. PERO la magia del Funky, no radica exclusivamente en su función de restaurante. Pues, si con la comida ya destacan, dónde verdaderamente se consolidan como local de referencia es en el concepto que ofrecen. La gracia, en mi humilde opinión, es la experiencia de la que uno puede gozar ahí. Porque su nombre completo es DISCO HOUSE FUNKY PIZZA por algo. Y es que la razón por la cual se ha hecho tan popular independientemente de que se coma tan bien, es el combo que ofrece: comida excelente y fiesta como en casa. Creo que después de estos años ya es un clásico en la Costa Brava ir a disfrutar de una buena comida y combinarla con música en directo en su terraza y el típico vermut. O aún mejor, ir a cenar con unos amigos o con la família, seguir con las copar y cócteles y empalmarlo con las sesiones de Dj que duran hasta la madrugada (creo que hasta las 3 AM). En resumen: playita (que está a pocos minutos); comida o cena de primera y música en directo/DJ, copas y cócktails, TODO EN UNO. Ahí está el secreto de su éxito, a mi parecer. Para terminar, y lo dejo último porque suena a cliché, cabe remarcar el trato del personal. Porque, aunque suene a tópico, la verdad es que en un local de Costa en plena temporada (y fuera de ella) se valora muchísimo el buen rollo de los camareros y el esfuerzo y ganas que le meten. Especial agradecimiento a Pablo por su rollazo y sus recomendaciones y a Ricardo por el trato, la profesionalidad y por sus cocktails. Y creo que no hace falta añadirlo pero VOLVEREMOS (y si puede ser, cada semana).