Carta variada y muy buen servicio. El risotto de trufa la mejor opción, además de las pizzas. Gran surtido de postres caseros (de los caseros de verdad), un tiramisu delicioso y para nada empalagoso. Muy recomendable!!
El sitio es muy bonito.
La decoración es cuidada y llena de pequeños detalles.
Sobre la comida:
Mi compañero pidió el calzone y yo la lubina. Ambos muy buenos. La carta de vinos me gustó, acompañamos de un ribera, Condado de Ariza también muy bueno.
Como postre pedimos tiramisú, que me gustó mucho y browni, este no lo recomiendo en absoluto sobre todo si eres amante de este, prácticamente lo dejé entero, exceso de azúcar entre otras cosas.
Sobre el trato:
Los camareros muy amables en todo momento. Estaba muy lleno y aunque al principio nos atendieron muy rápido luego costó que nos tomaran la comanda pero en seguida reaccionaron y se excusaron porque realmente estaba lleno.
Sobre el ambiente tengo que decir que costaba escuchar la conversación del acompañante así que si quieres ir a un sitio tranquilo para poder conversar mejor que elijas otro lugar o un día de diario que imagino estará menos lleno.
Es un lugar con un ambiente bonito y agradable, es ideal para ir con pareja. La comida está rica pero mi recomendación sin duda es, el risotto de gambas y risotto de trufa. Si es tu elección, ¡Es un acierto!. La pasta está buena pero en mi opinión ponen poca cantidad.
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