Estuvimos ayer cenando en grupo y nos encantó. Lo primero que hay que decir es que ha cambiado la gerencia y que ahora lo lleva una familia oriental. Hacen también comida de aqui. Nosotros probamos un montón de platos orientales. Están cocinados de forma casera y de verdad que son exquisitos. Primero compartimos unas giozas que quizás fueron lo mejor de la cena. Espectaculares. Tostadas y crujientes por fuera y jugosas por dentro, con sabores muy equilibrados. Las tempuras: pedimos una verdura y marisco y otra de langostinos, también estaban riquisimas. Con el punto justo de cocción de las verduras y las gambas, con un rebozado ligero y nada aceitoso y una salsa muy rica para acompañar. El siguiente plato era un arroz con verduras ejecutado de forma diferente que en otros orientales pero delicioso. Super ricos también el pollo y el secreto ibérico en salsa de la casa, jugosos, tiernos, con el punto justo de cocción tanto de las carnes como de los champiñones que acompañaban los dos platos y una salsa riquísima. Comimos también un variado de sushi y sashimi que, aunque estaba correcto, fue lo que menos nos llamó la atención. El lugar es normalito, un bar de barrio, nada de lujos, y se come en el mismo bar. Las personas que lo llevan, muy amables y solícitas. Superrecomendable.

El mejor sushi de Pamplona. Está un poco dejado pero para pedir para llevar está increíble.