Local muy acogedor y chulo con unos dependientes muy atentos y simpáticos que conocen bien su carta. Hay menu mediodia y carta "libre" para escoger. La comida esta buenísima y los postres (de elaboración propia) también. Hemos probado el cheescake de frutos del bosque y delicioso! Muy recomendable, repetiremos sin duda 👍
(las fotos hablan por si solas) :)
Restaurante que teníamos pendiente ya hacía un tiempo. Queríamos probar sus bocadillos pero también alguno de los postres que ellos mismos preparan.
Empezamos con las patatas bravas con chedar y bacon (bien) y después compartimos 3 bocatas distintos: la focaccia de pastrami (la mejor elección de los 3, sobretodo por la combinación de sabores y el pan), el de pulled pork (bueno pero me faltaba alguna salsa o algo más que acabara de redondear el plato) y por último, la hamburguesa "Ay güey" (buena combinación de ingredientes pero igual que el plato anterior, le faltaba alguna salsa o algo para terminar de ser completa)
Como sugerencia, preferiría que las patatas solo acompañaran el bocata en vez de estar por encima y dentro.
Ahora solo nos falta volver para probar el bocata de calamares (no les quedaba pan de tinta) y por supuesto, alguno de los pasteles que Jessie prepara.
Soy un enamorado de los buenos bocatas. Y cuando te sirven un buen bocata, se paga AGUSTO. En este caso, no solo me sirvieron un muy buen bocata, si no que también recibí un mejor servicio. Me sirvieron el bocadillo en un plato acompañado de unas patatas muy buenas. Tenían pinta de no ser las típicas congeladas de bolsa. Así que el conjunto era muy apetecible. He de decir que lo primero que me gustó, fue la decoración. Una mezcla entre urbana e industrial. Con toques (complementos) de fabricación diría yo, algo personal. Cosa que le da su encanto.
Recomendaría este lugar?
POR SUPUESTO!
Calidad en general y un precio muy aceptable.
Espero repetir algún día.
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