Ya iba a este restaurante con mu padre y sigo yendo ahora con mis hijos. El restaurante se ha ido actualizando con los años y es agradable y muy luminoso. Es un restaurante modesto, pero con buena cocina tradicional mediterránea y con muy buen producto. Para mí, el plato estrella es la fideua, una fideua diferente, con mucho pescado, calamares, etc, y una fideua que ha gustado a todos los amigos a los que he llevado. Además, son raciones completas, con lo que si se hace un primero, para la fideua se puede pedir para un comensal menos, es decir si van a comer 4, se puede pedir para 3 y hay cantidad suficiente para todos sin problemas. Esta vez fuimos mi mujer y yo, y normalmente pedimos de primero los calamares a la romana, muy buenos, la morralla, o los mejillones a la marinera, pero esta vez nos encontramos con una sorpresa, ya había los apreciados guisantes de Llavaneres. Así que decidimos compartir unos guisantes de primero y la mítica fideua de segundo. Los guisantes espectaculares, guisados con butifarra negra y blanca, melosos y muy gustosos. La fideua como siempre, magnífica, no sé cómo lo hacen, pero siempre sabe igual de bien. Acabamos llenos, pero aún así compartimos una coca de Llavaneres de postre, con una ración que vale para 2. Todo junto una botella de agua, otra de vino y cafés tuvo un coste de 80€. Si tenemos en cuenta la las cantidades y calidad, creo que es un precio muy correcto.