Bueno, no está mal. La ubicación es perfecta. Lo malo? Pues lo de siempre. Tú tienes que hacer de camarero, y además te cobran igual que si lo hubiera. Obviamente no volvemos. Yo salgo para no tener que trabajar, que trabajen los que cobran, yo voy a consumir y pagar.
Es buena la comida. Los precios son bastante competitivos pero es una pena que se tenga que pagar adicional € 0,50 por una untada de cualquier salsa que quieras. Y a veces por el hecho de atender rápido se cometen errores en platos medio hechos. Ejemplo. Uno pide las alitas a la barbacoa y me ha pasado unas veces que las sirven medio crudas.
Lo mejor es lo educado y servicial que es el servicio en esta franquicia en la que, desde luego, no vas a comer mejor ni peor que en cualquier otra. La comida es igual de mala que en todas aunque si aprovechas la oferta de la carta a 1€ pues bueno, comes barato. La cerveza estaba bien tirada y los refrescos son de grifo. Pondría tres estrellas pero gracias a los trabajadores le pongo cuatro.
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