Local muy amplio con gran superficie de zonas bien marcadas.
Una barra donde poder tomar café y algo tanto dulce como salado (Tortillas variadas).
Mostrador con una exhibición de productos dulces....(tartas, pasteles....). Y por último la zona de los helados.
También disponen de gran cantidad de mesas en interior para poder degustar lo que ofrecen.
Tomamos helados de distintos sabores y la verdad es que han cambiado una barbaridad, tanto en textura como en sabor ( para mí gusto a peor), ya no es lo que era.
Los precios también han subido.
El trato y el servicio que nos dio el chico fue correcto y rápido en todo momento.
Disponen de terraza exterior (Sin servicio) y aparcamiento justo.
Estupendo lugar para comer los famosos helados y con cafetería. Un salón muy grande y aparcamiento en la puerta. Un poco de música de fondo hubiera estado bien pues Vanessa ( una empleada) interactuaba con un niño a gritos y nos enteramos todos de la conversación. Ricos los batidos, helados y rico el café.
No es la primera vez que vamos dado que esta junto con la heladería es un sitio para poder tomar helado o café/infusión etc.
El trato por parte de l@s camarer@s muy bueno.
Unos cafés con helado exquisitos,los pasteles muy buenos.
Para destacar el aparcamiento y la terraza.
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