Lugar emblemático en el centro de Sevilla con bastante solera donde es tradicional tomarse un pescaito frito con unos botellines de cerveza. Pedimos choco frito y bacalao que estaba muy bueno con sus correspondientes botellines. Trato y servicio cercano muy amable. Vale la pena visitarlo por el encanto que tiene ese servicio en papel y ver cómo te fríen el pescado delante tuya.
Quedan muy pocos sitios tan geniales y auténticos como la casa de estas mujeres. La comida fresca, preparación impecable, sin artificios, perfecta.
Si cobrasen la charla, el cariño y la alegría no habría dinero para pagarles. Una experiencia maravillosa sin duda espero repetir más pronto que tarde. Ojalá no cambiéis nunca...salvo que os toque la lotería. Un saludo y miles de gracias 😍
Tenemos que dar gracias s la chica de la recepción de nuestro hotel que nos recomendó este sitio.
Llegamos y tuvimos suerte que había una mesa libre, sin dudar a sentarnos.
Pedimos unos montaditos de queso curado y anchoa que estaba rico rico, luego una tapa de papas aliñas, otra de chorizo picante que ya os digo que esta bueno y no pica y también nos pedimos bonito en escabeche
Todo estaba muy bueno. El servicio de 10, además estábamos en la terraza y se puso a llover y no se olvidaron de nosotros y nos pusieron la sombrilla para taparnos y poder terminar
Recomendable 100%
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