Suelo ir a este restaurante por mi cumpleaños, comida bien elaborada y buena, servicio muy profesional y ambiente muy agradable. Lo recomiendo.
A ver... Es que no sé ni por dónde empezar...
El lugar es un absoluto sueño ya que para quién no lo conozca como yo, este restaurante se divide en estancias.
Estancias diseñadas y decoradas con mucho cuidado y exquisitez. Enamorados de lámparas y espejos desde que llegamos.
Dicho esto, nuestro entero agradecimiento al personal que nos atendió ya que son un equipo perfecto. Siempre mirando por que no nos faltará de nada y a la disposición de todos/as.
Y luego su menú... Yo en mi caso fui a un cumpleaños en enero por lo cual el menú ya estaba escogido y bueno, acierto tras acierto. Que rica la tabla de quesos... La ensalada de aguacate y camarones... La ensaladilla de gambón... La carne en su punto, ni más, ni menos... El pescado exquisito... Una oda a los sentidos en todos los aspectos.
Quién tenga ocasión o antojo de ir que vaya, es un lugar increíble del que van a disfrutar mucho, estoy seguro.
Gracias por todo siempre.
Nos ha encantado tanto el sitio como el servicio, encantadoras las dos chicas que nos atendieron. En cuanto a la comida, comemos pocos y era cena por lo que no pudimos probar mucho. El tartar de salmón rico, pero como en tantos restaurantes demasiado condimentado con lo que pierde un poco de protagonismo el salmón. Pedimos fuera de carta entrañas de buey, rica, sabrosa, pero ojo, hay que pedirla poco hecha porque se seca, la pedimos al punto menos y para mi gusto estaba muy hecha. El postre, una tarta de queso, rica pero caliente, que tampoco es como más me gusta, pero bueno, todo esto son gustos personales. Calidad y los precios bastante razonables para lo que hay por ahí.
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