Las pizzas están buenísimas, hechas en horno al más puro estilo italiano. Además, tienen una gran variedad de cervezas de Italia. Quizá un poco subido de precio, sobre todo en cuanto a bebidas (refrescos 3€), pero vale la pena la visita

Es un restaurante y pizzería donde se puede saborear la auténtica cocina Italiana. El local es muy amplio y la separación entre mesas es grande. No solo es de destacar la cocina, sino la atención de Valentino, que nos hizo unas recomendaciones muy acertadas. Comenzamos con un Calzone Frito de salame, ricota, jamón york, pimienta negra, mozzarella, tomate y parmesano. Un gran tamaño y, de sabor, nos encantó. Seguimos con los Raviolis rellenos de calabaza con salsa de mantequilla, salvia, Speck (jamón serrano ahumado del norte de Italia) y cayena. La salsa está espectacular. A continuación, la Lasaña Povera Napolitana, de pasta fresca, salsa de tomate, carne picada, mozzarella, ricota y parmesano. La particularidad es que lleva los dos quesos en lugar de la bechamel, con lo que es más sabrosa . Finalizamos con la Pizza Gourmet Maradona, con una base queso de provola ahumado, una burrata entera en el centro, jamon york con trufa negra, lascas de queso curado Castelmagno y tarallo calabrese triturado, que es como un pico de pan un poco picante. Todo un espectáculo en la mesa. Riquísima la masa. Todo esto acompañado de cervezas italianas, de las que tienen una grandísima selección: rubias, artesanas, sin filtrar, tostadas, rojas,... Probamos dos postres al cual mejor: El 'Pasticciotto Leccese', que es una masa quebrada con un relleno de crema pastelera y mermelada de cereza. Es un postre típico de la ciudad de Lecce y, la 'Cassatina Siciliana' con cobertura de pasta de almendra con fruta confitada por encima y relleno de queso ricota con gotas de chocolate. Cómo no, antes de marcharnos, no pudo faltar el limoncello y el café italiano. En definitiva, una experiencia muy recomendable.