Una cocina marroquí casera y auténtica. La familia trabaja junta, la madre cocina, el hijo atiende a las mesas y la hija echa una mano, todos muy amables y atentos. Lo que probamos, buenísimo. Mi marido no puede tomar gluten y sobre la marcha le adaptaron la pastela para que pudiera comerla él también. Repetiremos sin duda.
Comer es un placer y, conocer otras culturas a través de su cocina, un auténtico lujo.
Hoy hemos compartido una exquisita comida marroquí entre amigas. Nos han atendido de maravilla.
Tal y como dicen en su carta nos han hecho viajar a la otra orilla con sus platos típicos llenos de ricos sabores y olores.
Riquísimo el cous-cous de pollo y la pastela de pescado, también hemos probado una ensalada típica marroquí de zanahorias y berenjenas que nos ha encantado, ni que decir tiene que el té y los dulces han rematado un almuerzo que nos ha hecho muy felices. Volveremos para probar el pincho moruno y otras maravillas que hay en la carta.
Lo recomiendo 100%
Excelente, espectacular, ideal! Restaurante familiar de comida marroquí, cuyos sabores te transportan al mismísimo Rabat, increíble su dedicación y sabores… gran atención y actitud, volveremos
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