Es el típico sitio en el que, afortunadamente, las apariencias engañan para bien. Excelentes desayunos típicos de la tierra, consistentes en un generoso panecillo de pueblo, recién hechos, de los que no se ven por las capitales. Tostados en su punto y regados por un no menos aceite andaluz de oliva virgen extra o untada con ese tomate que sabia a campo, como todos sus productos. El café es de categoría superior.
Las cenas son una agradable sorpresa con varios platos abundantes a elegir entre mar y montaña de excelente calidad y muy bien elaborados. Personal atento y profesional. Nos hemos sentido como en casa. Realmente volveremos. Adaptado para PMR con plaza de aparcamiento reservada.
Servicio excelente y trato inmejorable. Tanto el desayuno como el menú diario es exquisito, comida de calidad y el trato con el cliente es perfecto.
Hemos parado sin saber del lugar {somos 2}. Hemos pedido menú La palabra que me surge es sencillamente ACIERTO. Comida en sabor y cantidad excepcional. Servicio perfecto amable y atenta. Al salir hemos felicitado la cocina y el servicio. Mi enhorabuena.
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