Bonito local de un ambiente “familiar” pequeño y acogedor. A destacar que se puede ver toda la cocina cuando vas a los baños, asi ves como trabajan y lo ordenado y limpio que esta, muy buena sensación.
Servicio muy amable, algo lento a mi gusto, pero siendo solo dos personas y teniendo 2 plantas para atender salen bastante airosos.
Comida correcta en el menú de 25,50, platos bien elaborados y buenos de comer.
Unico pero, no tienen una carta de vinos muy amplia, aunque las reseñas que te ofrecen están bastante bien seleccionadas.
Recomendable si quieres un sitio interior, si buscas terraza y sol no vayas, si buscas servicio y buena calidad, este es un buen sitio.
Hemos ido casi por casualidad y hemos salido encantados. La comida, riquísima, diferente a todo lo que hay por la zona y, el trato, inmejorable. Nos han explicado con mucha profesionalidad y cercanía los platos que desconocíamos. La relación calidad-precio muy buena. El local es muy bonito y acogedor. Seguro que repetimos!!!
Realmente hemos comido de maravilla, el pastel de puerros con rochefort increible. El servicio genial.
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