Lugar muy discreto, acogedor y tranquilo. El personal explicaba muy bien pero todo un poco frío, a veces incomodo. El menú es largo por lo que se agradece que el trato sea más cercano para terminar de estar a gusto. Toda la comida muy buena y sorprendente. Quizás había un abuso de merengue. Y me faltó detalle en los postres, que eran dos muy similares con un sabor, un sorbete, varias texturas y listo. Falta la explosión final. Así como también eché de menos un detalle con los cafés.
Nosotros probamos el menú de degustación más largo, y la verdad es que quedamos muy satisfechos , el ambiente es muy agradable, el local precioso y el servicio excepcional, conocen muy bien los platos y son capaces de terminar los emplatados con perfección. El menú está compuesto de distintas secuencias todas con su historia y su sentido. Los platos deliciosos, varios de ellos te dejan con ganas de más y con mucha técnica y presentación perfecta. Espero poder volver pronto y más aún ahora con ese reconocimiento tan grande como es la estrella Michelín que acaban de conseguir, enhorabuena, muy buen trabajo, la merecéis!!
Un experiencia muy agradable. Comida de gran calidad. Maridaje correcto. Servicio absolutamente perfecto. Decoración interesante y recorrido gastronómico Roma y árabe interesante. Precio barato para 1 Estrella Michelín en la capital. Volveré en 3 meses seguramente.
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