Fuimos habiendo reservado 10 minutos antes de llegar y nos atendieron sin problema. Restaurante familiar, pequeño y acogedor. Menú a 12€ que incluye 2 platos, postre y bebida (agua o vino). Tienen variedad de cervezas a la carta también muy buenas. Un buen sitio donde comer platos de toda la vida. Por el precio y la comida, no dudaría en volver a ir.
Teníamos mesa reservada para cinco y nos la cambiaron de ubicación rápidamente al ver que veníamos con una persona con movilidad reducida.
Es de agradecer el trato que observamos con nuestros mayores.
Fantástica relación calidad/precio, todos los platos estaban riquísimos.
Especial mención a las mermeladas caseras, la de limón y menta es buenísima y la de membrillo y cerveza negra deliciosa.
Volveremos y lo recomiendo si estáis por los alrededores, reservar mesa es más que recomendable.
Nos ha encantado, las chicas son muy amables, la comida deliciosa y echa con cariño, un comedor muy bonito y con ambiente familiar, cuando volvamos por la zona repetiremos sin duda, la mermelada casera y deliciosa.
Relación calidad precio inmejorable.
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