Fui con mis padres a comer allí de casualidad, y he de decir que fue bastante acertado.
Pedimos de primero risotto de setas y migas, que no estaban mal de sabor, pero creo que el risotto ese día era más un arroz con nata, así que para mí de los tres platos fue el que menos me gustó. De segundo pedimos un solomillo con patatas, que venía acompañado de una salsa verde a base de perejil, ajo y aceite de oliva, estaba muy rico y al punto; y entrecot a la aragonesa (creo que se llamaba) por recomendación del camarero, no obstante, fue un error, porque era carne con patatas pero sin salsa algunade acompañante por lo que estaba bastante seca la carne.
Por último, lo más rico del menú sin duda alguna LOS POSTRES CASEROS, pedimos torrija con helado (el más flojo de los 3), natillas y flan.
Después de un día de visitas por Zaragoza nos topamos con este restaurante/bar, pedismo un menú que entraba dos platos, bebida y café/postre por 17€ (festivo) 13€ (día normal).
Cantidades bien y comida buena calidad/precio, terminas de comer sin la sensación de inchazón.
Servicio muy amable y cercano, te atienden bastante rápido y comes muy agusto.
Un rincón de Argentina en Zaragoza. Nos atendieron rápido, muy bien y resolutivas. Había poco espacio pero consiguieron hacernos hueco. Tienen una fusión de comida de los dos países, muy buena y diferente. Para repartir
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